Cuaresma significa 40 días. Durante 40 días volvemos los ojos a cómo vivió Jesús de forma más intensiva para tener el corazón al 100%. Se nos invita a parar, a mirar aquellos momentos en los que Jesús estaba con otros y les ayudaba. Recordamos en este tiempo de forma especial a los que no tienen, a los niños que apadrinamos desde el Colegio, a los que no tienen ni lo esencial para comer cada día, para vestirse y para ir al colegio. Pensamos en todo lo que tenemos, en si somos o no agradecidos con nuestras familias por ello y también pensamos en qué hacemos con lo que nos sobra y si podríamos ser un poco solidarios con otros.
Cuaresma también es tiempo de celebrar el PERDÓN: es una invitación a vivir de forma festiva el encuentro con Dios que nos quiere y nos acoge siempre como en la parábola del hijo pródigo, el hijo se va, se olvida por completo de su padre, se arruina y después vuelve al final a los brazos del padre que lo acoge y lo quiere sin mirar si ha hecho mal las cosas, si ha llevado mala vida. Recordamos que tenemos una segunda oportunidad que no podemos olvidar: la del perdón, la del descanso y la celebración alegre que nos lleve a ser mejores con todos los que nos rodean.
Empezamos con estas dos invitaciones esta eucaristía del Miércoles de Ceniza.