Tras despedir a todos nuestros compañeros de infantil… ¡Por fin llegó nuestro turno! Vinimos preparados desde casa para poder disfrutar de un día muy especial junto a nuestros amigos y seños.
Con muchos nervios e ilusión, también les dijimos adiós a nuestros familiares y nos subimos al minibús que nos llevó hasta la fundación Aspros, donde nos recibieron muy cariñosamente y, después de desayunar, pudimos disfrutar de un delicioso taller.
A continuación, nos dividimos en 3 grupos para poder ver los animales y el huerto. Todos entramos a cuidar de las gallinas con Roberto pero sólo los más valientes se atrevieron a entrar y dar de comer a las ovejas con la ayuda de Mercè. También demostramos cuánto sabemos de árboles, frutos y plantas…tanto que dejamos a Rosi y Teresa con la boca abierta.
Antes de comer, Jesús nos sorprendió al demostrarnos cómo él solito sabía cuidar y dirigir al rebaño así que, nosotros quisimos sorprenderle con un gran aplauso.
Como ya habíamos trabajado mucho, decidimos cargar pilas para poder jugar y disfrutar del entorno tan privilegiado que nos rodeaba.
Está claro que todo lo bueno llega a su fin así que, nos tuvimos que despedir de nuestros nuevos amigos pero, no sin antes guardar en nuestras mochilas, los panecillos tan ricos que elaboramos por la mañana.
Podemos afirmar que hemos disfrutado de una jornada estupenda donde, una año más, el equipo humano de Aspros nos ha dado una lección de trabajo, humildad, sensibilidad y ternura.
Gracias de nuevo por abrirnos las puertas de vuestra casa y...